El sábado catorce acudimos a la primera montería de la temporada, se podía abatir, jabalí, venado y una hembra por postura, la finca en cuestión bastante llana, tipo dehesa, con cobertura de encinas y retamas, al menos en la armada que a mí me toco, presagiaba bonitos y limpios disparos, con buena visibilidad y sin peligro, algo más alejado un arroyo muy frondoso y poblado de zarzales hacía las veces de sopié a las laderas de la sierra. Muchos lances a juzgar por la cantidad de disparos, algo que no correspondió al final y a la postre con las capturas. Veinticinco animales en la junta de reses fue el pobre bagaje conseguido, yo creo que la gente ya les dispara a los bichos aunque vallan a un kilómetro, y es que no se deja cumplir a las reses como se debería. Mala calidad de trofeos en general, con alguna excepción, tanto en cochinos como en cervuno.
El domingo quince volvemos al coto con los perros tras los
conejos, la noche anterior a llovido algo y el campo está estupendo, al
principio nos cuesta dar con ellos pero con la mañana más entrada y los perros
ya desfogados cazando a la mano empezamos a disfrutar de los primeros lances;
Hoy además del pointer y Atenea traigo por primera vez a Lisa, otra Perdiguera con
cinco meses que he de ir preparando para el futo inmediato, Atenea ya tiene
ocho años y empieza a dar muestras de cansancio al final de cada jornada, además
la tengo que aprovechar como maestra de la joven, hoy y como ya es costumbre en
ella, nos ha mostrado dos conejos con una firmeza y una calidad de nariz
extraordinaria y en los cobros ni os cuento, excelente como siempre, el día que
ya no pueda contar con ella la echare mucho de menos.
A las doce ya habíamos hecho el cupo y para casa, pero hemos visto más de veinte en la zona que hemos cazado, con muchos y buenos lances,
unos certeros y otros con fallo, pero al final todos satisfechos, perros y
cazadores.
Hasta la semana que viene, saludos y buena caza compañeros.
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