DEFINICIONES Y CONSIDERACIONES
Nuestra tan popular palabra cazar, debe proceder del verbo
latino capto-captare-captavi; es decir, la acción de apoderarse o aprehender,
de captus, lo que es tomado o aprisionado: cautivado, “cazado”, pues la caza no
incluye forzosamente la muerte de la víctima.
Los vocablos “venatorio” y “cinegético” son muy usados para
designar todo lo relacionado con la caza y la caza misma.
Contra lo que muchos creen, el adjetivo español “venatorio”,
o perteneciente al ejercicio de la caza, no viene del nombre “venado”, que en
nuestro idioma tiene actualmente la acepción de ciervo. En latín “venatio” es
la caza y “venator” el cazador. Tambien se aplicaba transitoriamente a la acción
de acechar o espiar a alguien.
Plauto escribe: Oculis venaturam facere, “cazando o acechando
con la mirada”. Por ser la caza predilecta de los grandes señores romanos la de
los ciervos, quedó el vocablo ligado a estos herbívoros, algo así como animales
de caza por excelencia.
En cambio “cinegética”, termino aplicado hoy a toda clase de
caza mayor y menor, solo se refería a la que se realizaba con una importante intervención
de perros, en latín “can”, del griego “kinos”, “kinegetiké”. De ese modo la
caza de cetrería, con aves de presa, a la espera o al rececho sin perros, no
es, etimológicamente, “cinegética”, pero si puede admitirse que se la denomine
de esa forma por extensión y evolución semántica.
En la caza que ahora llamamos “mayor”, se distinguían en
España dos grandes grupos de venados, es decir, de piezas venatorias; los
venados “negros”, que eran el oso y el jabalí y los venados “rojos”, que eran
el ciervo, el gamo, el corzo, el rebeco y la cabra.
Al ciervo se le distinguía con el apelativo de “venado real”,
y a veces se le denominaba “gamo” o “paleto”, y también gamo al corzo.
El lobo era justamente considerado una fiera, alimaña
peligrosa y fuera de la ley. Todo lo demás era caza menuda y la nombrada “Ballestería”
era una organización que participaba de ambas. Actualmente todavía los franceses
recuerdan esto y hablan de “gibier rouge et gibier noir”.
También antaño solía hacerse una distinción muy explicable: “Venador”
era quien cazaba reses o venados y “Cazador” quien se dedicaba a la caza menuda
y a la cetrería.
TRATADO DE MONTERÍA Y CAZA MENUDA