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sábado, 28 de octubre de 2023

COBRO A CIEGAS

De nuevo otro sábado a la espera de las torcaces y por fin hoy veo un par de bandadas, la primera sobre las nueve, unas doce pasan por el centro del valle dirección Oeste y no se arriman a la cuerda del monte donde tengo el puesto, quince minutos más tarde otra con treinta o cuarenta y estas sí parece que van a entrar, una de las ultimas algo más baja es la elegida, la tiro muy alta pero la pego bien, cierra las alas y planea ladera abajo y a unos cuatrocientos metros la veo caer entre unas encinas grandes, sigo un rato más en el puesto hasta casi las diez que me bajo a buscarla.

El perro corretea por delante de mí entre enebros, chaparras y encinas, le dirijo hacia donde yo creo que ha caído la torcaz, aunque vi la dirección que llevaba no pude precisar el punto exacto de su caída pero confío en la nariz del perro, llego al grupo de encinas entre las que se encuentra esa más grande que desde arriba me ha servido de referencia y justo debajo de ella encuentra el perro la paloma, creedme es una casualidad ir directo al lugar más o menos donde tú crees que ha caído y encontrarla, de todas formas gracias a los perros a cuyo trabajo le dedico el tiempo y la paciencia necesaria para que este ejercicio termine siendo un éxito en la mayoría de las ocasiones, nosotros no tenemos su nariz y al final y a la postre siempre hay que confiar en ellos.

Este tipo de trabajo es un ejercicio que deben aprender todos los perros, en Alemania se le conoce con el nombre de “Encuentra Perdido” donde el perro debe buscar y recuperar la caza herida en cualquier tipo de terreno, sin estimulo del disparo y sin verla caer, incluso en agua.

Posdata: Los zorzales ni verlos, nada de nada.

Saludos y buena caza.






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