Si el jueves no tuvimos suerte, el
sábado por fin sí la hubo y Dita pudo morderlas por primera vez. Ayudados
por el cimbel y su correspondiente palomo pudimos bajar algunas y abatirlas, ¡pasaron muchas!, pero hablando con San Pedro, imposible
hacer grandes perchas en lo que la climatología no cambie a peor con lluvia y
viento, este último es el que las hace de volar bajas y a tiro.
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