DITA DE LOS MACHADEROS
Al amanecer, ya estábamos los dos en la cuerda del monte esperando el
paso de las palomas, tenemos en estas tierras un refrán que dice, ¡no vayas a
palomas, aunque no comas!, y es justo lo que nos paso a Dita y a mi esta
mañana, alguna vimos pero muy altas, con lo cual las cazaremos otro día.
Nunca se sale en balde con un cachorro al campo, al bajar del monte nos encontramos con las hozaduras recientes de los cochinos, oportunidad que no dudo en aprovechar para mostrárselas a Dita que olfatea con mucho interés.
Algo más abajo, justo en la frontera del monte y el llano volamos dos perdices, que no puedo disparar por falta de visibilidad entre enebros y encinas, la perra se toca de nariz de los peones y se calienta, empezamos la persecución hacia donde se fueron a parar, algo más adelante al hilo del monte, ¡antes de acercarnos las siento de cantar por separado!, dirijo la cachorra hacia una de ellas y se levanta lejos piñoneando Piooo,Piooo, Piooo, ¡el macho! volvemos hacia la otra, ¡canta más abajo, hacia el llano! con la cachorra a cien por la proximidad de olores se levanta a media distancia, ¡bien para la escopeta! pero la perra no la ve y no la disparo.
Resulta de vital importancia en sus primeras salidas, que les matemos
en las mejores condiciones que podamos la caza a los cachorros, preferiblemente
parada a muestra, pues será una lección que nunca olvidara quedándosele grabada
para siempre.Nunca se sale en balde con un cachorro al campo, al bajar del monte nos encontramos con las hozaduras recientes de los cochinos, oportunidad que no dudo en aprovechar para mostrárselas a Dita que olfatea con mucho interés.
Algo más abajo, justo en la frontera del monte y el llano volamos dos perdices, que no puedo disparar por falta de visibilidad entre enebros y encinas, la perra se toca de nariz de los peones y se calienta, empezamos la persecución hacia donde se fueron a parar, algo más adelante al hilo del monte, ¡antes de acercarnos las siento de cantar por separado!, dirijo la cachorra hacia una de ellas y se levanta lejos piñoneando Piooo,Piooo, Piooo, ¡el macho! volvemos hacia la otra, ¡canta más abajo, hacia el llano! con la cachorra a cien por la proximidad de olores se levanta a media distancia, ¡bien para la escopeta! pero la perra no la ve y no la disparo.
Esto señores, también es cazar, algunas veces conviene que salga ganando el campo, no va a ser todo matar.
Conclusión, una buena mañana de campeo respirando aire limpio y unas
buenas lecciones para una cachorra que con 9 meses recién cumplidos la he visto
hoy por primera vez evolucionar favorablemente con las patirrojas.
Saludos y buena caza.
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