La utilidad que el perro le brinda al hombre solo puede
medirse de dos formas: material y afectiva, sin olvidarnos de la multitud de
aptitudes funcionales que atesora en las que nos es un servicial compañero.
Por medio de la Zootecnia (arte de la cría, multiplicación y
mejora de los animales domésticos), el
humano ha conseguido la creación de múltiples razas caninas, gobernar sus
instintos y aprovechar las grades facultades que este animal nos ofrece en
multitud de empleos a lo largo de su vida, es algo que nos colma placenteramente
y nos reconforta, sobre la reproducción y cría versará este relato que hoy
empiezo a escribir, todo visto desde mi modesta opinión y dirigido a todos a
aquellos, que como yo, sienten una gran pasión por los perros de caza.
Una de mis principales preocupaciones como criador, siempre fue
mantener viva una descendencia dentro de la población de animales que habitando
en un lugar determinado, (que es el mío propio), también se ajustará a mi
propia línea de sangre, cuestión esta que me lleva ocupando las últimas tres
décadas de mi vida, siempre desde la seriedad y la responsabilidad que implican
realizar este trabajo con la mayor eficiencia posible.
Criar con nuestros propios perros, básicamente no tiene otro
objetivo que la mejora de los ejemplares que poseemos, convirtiéndolos en una
línea de sangre específica y particular poseedora de una estirpe selecta, el
producto resultante será un ser vivo que necesitará un lugar limpio donde
podamos mantenerlo sano y bien alimentado, con el suficiente espacio donde
puedan moverse sin estrecheces según vayan creciendo, la higiene y la
alimentación adecuadas influyen favorablemente.
EL SEMENTAL
El primer paso será la elección de un semental adulto y bien
contrastado, de buen carácter, que posea buenas cualidades anatómicas, sin
defectos morfológicos o psicológicos graves y de gran aptitud para el trabajo (pasión
por la caza), si es posible de algún cazador que nos pueda garantizar la
obtención de una buena camada y si además podemos conseguir información de su
ascendencia a través de la genealogía de sus antepasados “miel sobre hojuelas”,
las mejores crías las dan los reproductores que se encuentran entre los dos y
los siete años, etapa en la que poseen mayor vigor para la transmisión genética.
LA HEMBRA
Ni que decir tiene, que si hemos puesto todo nuestro empeño
en encontrar un buen semental para nuestra hembra, esta debe reunir también una
serie de características muy similares, si es un animal con la
que ya hemos reproducido en más ocasiones por su alto grado de confianza a la
hora de traer al mundo buenos ejemplares y conocemos como evoluciona en sus
celos y partos, llevaremos mucho ganado, si es primeriza deberemos estar
atentos a sus evoluciones, principalmente a la hora de afrontar la venida al
mundo de los cachorros.
La hembra, se denomina adulta cuando aparece el primer celo,
pero si la vamos a destinar para procrear convendría hacerlo a partir del
tercero, si no lo hacemos así y con anterioridad le ponemos un macho, se detendrá
su desarrollo en beneficio de la
gestación; por otro lado deberá estar bien vacunada y desparasitada, un buen
método preventivo será ponerla una heptavalente al comenzar el año, así siempre
estará preparada y no nos cojera de improviso la aparición del celo con la
falta de antígenos en sangre, que más tarde y durante la gestación se deberán
transmitir a los fetos.
EL CELO
La aparición del celo en la hembra está sujeto a factores
múltiples y variables, es lo que se conoce vulgarmente como entrar en calores y
lo suele presentar de manera estacional dos veces al año, las primeras
manifestaciones se suelen identificar con un comportamiento inquieto, orinando en
pequeñas dosis con bastante frecuencia, al mismo tiempo comienza la tumefacción
(hinchazón de la vulva) y la secreción de las primeras gotas de sangre, a este
periodo se le conoce como (Proestro) y suele durar entre ocho y diez días
(variable).
Al final de este periodo, la vulva que hasta ese momento
había progresado en una secreción sanguinolenta de color amarillento, se suele
detener para dar paso a una tumefacción mucho más acentuada con la que da
comienzo el (Estro), celo fértil propiamente dicho o periodo de ovulación, cuya
duración se establece también de ocho a diez días (variable), la ovulación puede
durar setenta y dos horas y el momento más propicio para la fecundación parce
establecerse tres días después de la ovulación.
Por lo tanto y para estar más seguros, sobre todo si nos
tenemos que desplazar a larga distancia para realizar la monta, le podemos
hacer un análisis de progesterona en sangre, (Hormona proporcionada por el
ovario y la placenta que prepara al útero para la gestación), que nos ofrezca
una información clara y fehaciente sobre el estado de ovulación.
La hembra, también nos indica con su comportamiento si está o
no receptiva, si le pasamos la mano por la grupa retirara la cola y elevara la
vulva, esta señal es inequívoca de fertilidad.
Al final del celo, se le denomina (Metaestro), dando comienzo
cuando la perra rechaza el coito y vuelve de nuevo a su comportamiento normal,
su duración aproximada también suele ser de ocho a diez días (Variable).
Al periodo de inactividad que se produce desde el final de la
gestación y la aparición de un nuevo celo, se le denomina descanso ovárico o
(Anoestro), su duración es de seis meses (Variable).
LA MONTA
Por regla general, la hembra siempre se debe trasladar al
domicilio del macho donde este se encuentra más dominante y seguro, sobre todo
si no atesora aun la suficiente experiencia en la realización de la cópula, si
la hembra está bien receptiva, no dará importancia a encontrarse fuera de su
terreno y comenzará a juguetear con el macho retirando su cola y ofreciéndole la
grupa, tras estos jugueteos entre ambos se producirá el coito, quedando los dos
unidos mediante el engrosamiento del bulbo del glande que se produce después de
la penetración, más conocido como “hacer el nudo”, esta unión se puede alargar
entre quince y treinta minutos, que es el tiempo necesario para que se complete
la eyaculación ya que en los cánidos es de duración prolongada.
Cuando una hembra se siente anudada por primera vez y
comienza a tirar fuerte asustada buscando la desunión con el macho, conviene
estar atentos y sujetarla para que no pueda crear lesiones al pene del macho.
Una vez realizada la primera monta y como método preventivo,
será conveniente realizar dos más, como mínimo, con cuarenta y ocho horas de
diferencia entre ellas ya que los espermatozoides del macho pueden permanecer
vivos en el útero de la hembra varios días, así tendremos más seguridad de que
la hembra no pueda quedar vacía. Por lo general el celo cesa cuando la perra es
fecundada, aun así, hay que someterla a un control exhaustivo hasta que estemos
seguros de que el celo ha terminado, ya que podría tener cachorros de varios
padres.
LA GESTACION
La gestación o preñez suele durar dos meses, con variables
entre cincuenta y ocho y sesenta y cinco días, si los fetos nacieran antes de
los cincuenta y seis días, no serían viables y morirían, si por el contrario el
embarazo alcanzara los sesenta y tres días y no encontráramos síntomas de
parto, debemos empezar a plantearnos ciertas precauciones.
Durante la gestación, la hembra se vuelve más tranquila,
según aumenta la preñez va tornándose más perezosa, acostándose con más
frecuencia, a las cinco semanas ya se le nota el aumento del volumen del
vientre, las mamas se desarrollan, se establece la secreción láctea y se puede
hacer un control de gestación mediante la palpación externa del abdomen.
A partir del mes de embarazo, le conviene hacer ejercicio de
manera suave, sin ajetreos violentos que la puedan hacer abortar, tan
perjudicial puede ser el ejercicio violento como el absoluto reposo, en la
última quincena solo debe andar a paso lento, se evitaran golpes fortuitos y mojaduras, la alimentación será muy nutritiva, rica en proteína, calcio,
fosforo y vitaminas, buena cama y una perfecta higiene serán los condicionantes
necesarios que facilitaran la llegada de los cachorros.
La paridera, se situará en un lugar conocido, de plena
confianza para la perra, si se la hemos construido nosotros debemos tener en
cuenta una serie de condiciones a respetar, una metódica limpieza y
desinfección de la misma días antes del parto nos vendrá de lujo, conviene también
que esté construida con un escalón lateral interno que preserve a los cachorros
de posibles aplastamientos de la madre al echarse, su construcción también debe
permitir la instalación de una lámpara de infrarrojos que pueda crear la
temperatura ambiente ideal para los neonatos, esto último es muy importante ya
que el mayor porcentaje de muertes entre los recién nacidos se produce por hipotermia.
EL PARTO
Previo al parto, la perra deja de comer, se vuelve inquieta,
pero pesada en sus movimientos, las mamas adquieren gran volumen, se agita y
respira de manera acelerada mientras prepara
la cama, el lugar del parto debe ser familiar para la perra, tranquilo, limpio
y con suficiente calor.
Con la rotura de las bolsas de agua que aparecen antes del
primer feto podemos asegurar que nuestra perra esta de parto, a continuación
dará comienzo un periodo de dilatación seguido de acentuadas contracciones uterinas
por medio de las cuales verá la luz nuestro primer cachorro, si el parto se
desarrolla con naturalidad y sin problemas, lo más normal es que dejemos sola y
tranquila a la perra, pero sin perderla de vista, por si surgiera algún
contratiempo, sobre todo si es primeriza.
Una vez expulsado el primer cachorro, podremos facilitar el
desarrollo del parto estimulando las contracciones uterinas con una primera dosis
de oxitocina, esta dosis deberá estar en consonancia con el peso de la perra y
deberá ser recomendada por nuestro veterinario, terminado el parto y pasadas
las siguientes veinticuatro horas, podremos pincharla una nueva dosis, en este
caso lo que se busca es una mayor secreción láctea y ayudar a la perra a que expulse todos los
residuos, que posparto, le puedan haber quedado retenidos en el útero.
La oxitocina es una hormona producida por la hipófisis, que
estimula la contracción uterina y la secreción de leche en la glándula mamaria,
(Medicamento utilizado para la inducción del parto).
LA CRIA O CRIANZA
La cría, es un periodo que da comienzo con el nacimiento de
los cachorros, alargándose esta hasta el momento del destete. Para el pequeño
que nace indefenso con los ojos pegados a los parpados por una tenue membrana
que se rompe entre los tres u ocho días, comienza una lucha por la
supervivencia que como todo en la naturaleza, que es siempre sabia, hace que la
perra deje de lado al cachorro más débil, practicándose así una primera
selección natural.
Terminado el parto y ya estabilizada nuestra nueva madre y su
prole, procuraremos que la temperatura de la estancia sea lo más estable
posible, una de las principales consecuencias de muerte en los primeros días de
vida de los neonatos se origina por hipotermia, la temperatura media más
idónea para la estancia de nuestros cachorros sería de 21º, si el parto es en
época de cambios bruscos de temperatura y nuestra camada se encuentra expuesta
a los rigores de la temperatura ambiente, una buena lámpara de infrarrojos, nos
será muy servicial, sobre todo por la noche.
Otra preocupación bastante importante para el criador es,
¿Cuántos cachorros puede criar mi perra??? Si observamos este problema con
serenidad y cierta dosis de sensatez lo resolveremos con eficiencia, por ejemplo, si solo son seis
o siete, la perra será suficiente para sacarlos adelante, pero si el número es
mayor, debemos plantearnos cedérselos a una nodriza, más de siete cachorros
empieza a ser un numero preocupante que debilitará potencialmente a la madre,
sobre todo si su edad es de ocho años o más, las hembras viejas, con cuatro o
cinco cachorros por camada, ya van bien servidas. Como norma general, un
cachorro por cada 6 kilos del peso total de la madre en las razas Eumétricas
cuyo peso oscila entre los 15 y 30 kg, sería lo más aconsejable.
EL DESTETE
La edad más apropiada para comenzar el destete sería a las
cuatro semanas, pero como cada maestrillo tiene su librillo, yo particularmente
analizo mucho la capacidad de cada hembra para sacar los cachorros adelante de
manera natural a través de sus propias fuerzas, apoyado siempre en una buena
alimentación y estado de bienestar, tengo en cuenta principalmente la cantidad
de cachorros que conforman la camada, si es suficiente o no el aporte lácteo
que es capaz de producir, estado anímico corporal y físico, etc, para tomar
esta decisión tan importante, y siempre para salvaguardar la salud de la madre,
podré adelantar o retrasar la incorporación de comida sólida en detrimento de
la líquida en los cachorros según la necesidad del momento, pero nunca antes de
las cuatro semanas.
A partir de esta edad, se les irá alternando progresivamente
la comida sólida de menos a más con la leche materna, las tomas de leche irán
disminuyendo en número y frecuencia a su vez hasta la séptima semana,
generalmente para entonces el proceso estará totalmente invertido y se les
podrá retirar la madre, concluyendo así el periodo de destete.
VACUNACION Y
DESPARASITACION
Generalmente esta es una tarea de obligado cumplimiento si
deseamos que la alimentación surta los efectos requeridos al cien por cien, en
caso contrario veremos a nuestros
cachorros apoderados de parásitos intestinales.
Al mes de vida, incluso unos días antes de cumplirlo, les
podemos administrar ya la primera dosis de un vermífugo en forma de pasta que actúe
contra los parásitos intestinales, Tenia y Echinococcus y a las seis semanas
se le puede inocular la primera vacuna contra la Parvovirosis.
El consejo veterinario se hace imprescindible para formalizar
un tratamiento específico en tiempo y forma que nos procure la salud y el
bienestar durante el crecimiento de nuestros cachorros en ambos frentes.
LA RECRIA
La recría, periodo comprendido entre el destete y la edad
adulta, es al igual que la cría una etapa muy interesante, en la que lo
fundamental es dar un rápido crecimiento a nuestro cachorro.
La alimentación en la recría ha de ser rica y sana, a base de
un pienso de cachorros muy nutritivo, una ración equilibrada, abundante
ejercicio y una buena socialización, deben ser las premisas más importantes para esta época de la vida del
animal.
PUBERTAD
Es el estado fisiológico en que los animales adquieren la
madurez sexual, en el perro aparece entre los seis y once meses.
Durante esta época debemos armarnos de mucha paciencia, ya
que el perro puede ofrecernos comportamientos muy variados, provocados por la adolescencia.
También es un momento clave para su salud, la dentadura ya
completamente cambiada se ha desprendido de sus dientes de leche, las
articulaciones y el crecimiento óseo están en pleno desarrollo y su cerebro,
aún muy infantil, no le deja parar ni un momento convirtiéndose a veces en un
trasto, inquieto y juguetón, solo la madurez le proporcionará la estabilidad emocional y la calma de adulto.
Saludos y buena caza compañeros.
POBLACION: Conjunto de animales que habitan un lugar.
LINEA: Grupo de una raza que se presenta uniforme respecto
algún carácter.
FAMILIA: Debe restringirse su uso para los progenitores y sus
descendientes inmediatos.
CASTA: Se llama así a la ascendencia o descendencia de
cualquier familia.
RAZA: Conjunto de individuos de la misma especie que son parecidos en su plástica, faneróptica, energética y funcionalidad.
ESTIRPE: Descendencia de un ejemplar. Puede ser materna o
paterna.
INDIVIDUO: Se define por un conjunto de caracteres
morfológicos, fisiológicos, patológicos, psíquicos y constitucionales.
EUMETRIA: Relativa a los ejemplares de peso medio. Relación mas conveniente de la superficie corporal y de la masa.
RAZA = ESTIRPE = INDIVIDUO son, fueron y serán, tres pilares
del adelanto canino.