Con esta ya son cinco temporadas las que nos llevamos
reuniendo este grupo de amigos para disfrutar de la tradicional tirada de perdices
que solemos organizar todos los años en los días anteriores a la Navidad. Unos
desde Madrid, otros desde la zona de Toledo y otros, como este año, desde
tierras gallegas, nos unimos como si fuéramos uno solo para pasar un día de
caza y amistad además de la degustación de buenas viandas.
Las perdices, excelentes como de costumbre, colmando de satisfacción
y placer a los concurrentes con vuelos altos y rápidos, dificultando los
disparos de los tiradores que no daban crédito de la altura que alcanzaban algunas
de ellas, muchos tiros y muchas escusas, porque lógicamente, se marchaban sin ser tocadas por los
perdigones.
Tras la tirada y como antesala del taco, iniciamos la rebusca
con los perros para cobrar las heridas he intentar dar caza algunas de las que habían
escapado, consiguiendo también una buena percha.
Ya en la casa, la parrilla, los embutidos, el queso y los
mejillones que habían sido traídos por nuestros amigos Gallegos, hicieron el
deleite de un final de jornada en el que cada uno refería sus lances y los fallos
con sorpresa y justificación.
Mi agradecimiento a la propiedad por su esfuerzo y colaboración, a los amigos de Galicia a los que ya esperamos el próximo año, que maravilla como estaban los mejillones al vapor y a vosotros compañer@s que asistís todos los años, muchas gracias a todos.
Saludos y hasta la próxima.
Difícil en extremo es
recomendar un plato a base de perdiz, ya que existen múltiples y variadas recetas,
por ejemplo, la Condesa de Pardo Bazán ofrecía quince de ellas dedicadas a la
perdiz roja entre las que elegir. A mi juicio es imprescindible dar ésta,
creada en inolvidable composición poética.
Tomados, como es uso los
pedigones,
pártanse en dos pedazos por
los riñones.
En una cacerola luego metidos,
rehóguense con manteca bien
removidos.
Pónganse en la parrilla
conforme caigan,
y con salsa a la pebre que me
los traigan.
Hay otro condimento que se usa
mucho:
meter los perdigones en un
cartucho;
y cuando un enemigo muestra la
geta,
servírselos de pronto con escopeta.
Por si no hubiera sido bastante el sábado, le volvimos a dar más
marcha a la cacería al día siguiente, dedicando el domingo a los conejos con hurón,
esta caza no se puede retrasar mucho más en el tiempo, las hembras ya están limpiando
las bocas de los vivares para criar y se ven muestras fuera de ellos, por las
cuales, todo parece indicar que el celo de las hembras ya está activo y las
montas de los machos han comenzado.
Por lo tanto, hemos de aprovechar los días que quedan del mes
de Diciembre para la caza del conejo y reservar el mes de Enero y primeros de
Febrero para la conservación y respeto de los conejos, ya que de ello depende
que en la futura época de descaste del próximo año tengamos una buena población en nuestro coto.
Cazar con inteligencia y respeto nos posiciona en un nivel de
conservacionismo que el campo siempre agradece, recordar que lo que se mata no cría
y que si no dejamos madre suficiente para la reproducción, nuestro coto se verá
abocado al desastre absoluto en pocos años. Una vez agotada la madre, ya no habrá
marcha atrás, los daños son irreparables, viendo nuestro coto abocado a la desertización
y el ostracismo de los que cazamos en él.
Buena caza compañeros.
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