SEGUNDO DIA
DE CAZA 2020/2021
Este segundo día de caza a la menor a resultado bastante efímero,
nada más entrar en el cazadero la perra se tocó de las emanaciones de las
perdices, se levantó la primera sin permitir la muestra de July que ya la llevaba
casi en la punta del hocico, no pude dispararla ya que me cogió cargando el
arma, al instante la perra seguía muy excitada, pensé que podía ser por las emanaciones
de la que había salido anteriormente, pero cuál fue mi sorpresa al levantarse
la segunda y de nuevo no volviendo a permitir la definitiva parada de la perra,
esta ya no me pilla desprevenido y la endoso un disparo bien colocado
que termina con sus huesos entre los poblados tomillos de la zona mas baja de la vaguada, la perra me la
cobra mostrado su alegría con efusivos movimientos del rabo.
Continuo la mano con July laceando por
delante con su clásico galope amplio y sostenido,
me pone el corazón a mil revoluciones esta perra, cada vez que la veo interrumpir
de pronto la carrera, con esos frenazos repentinos al captar las emanaciones,
sus paradas secas, seguidas de la indagación por alto de su nariz hasta
asegurarse de la presencia o no de la caza, son
todo un deleite para mi.
Prosigo el itinerario que tenía previsto para hoy y al llegar a una cabecera del terreno me
descuelgo hacia abajo para llevar la
mano cara al aire en la zona de solana, la perra lacea en la ladera de arriba abajo
y viceversa, cuando en una de las subidas se queda de muestra apuntando al tronco
de una retama, acudo al rabo de la perra y al notar mi presencia salta el
conejo de su encame, lo que no le va a servir de éxito en su huida ya que un
certero disparo lo persigue veloz para frenar bruscamente su carrera, justo
delante de la perra.
Las poblaciones de caza de este año y en este coto, no nos
permiten excedernos mucho en las capturas, desconozco el porqué, pero parce que
el conejo ha visto mermada su población considerablemente con respecto a la
temporada anterior, en cuanto a la perdiz, podría decirse que es más o menos la
misma que otros años, lo que tampoco es para tirar cohetes, luego entonces habrá
que procurar cazar con mucho tiento y sin abusar, para no destruir totalmente las
actuales poblaciones que nos han de servir de madre en el futuro.
Sobre las once treinta, abandono el cazadero para regresar a
casa, el cupo está hecho y la perra ha mordido caza dando así desahogo a su
instinto predador, ya en el coche le pongo un poco de agua para que se
refresque y al cajón, el próximo domingo ya está en el horizonte de nuestra
mente como meta de nuevas aventuras, aunque quizá el sábado probemos suerte en
la postura de las torcaces, ya hay que estar muy atentos a los pasos
tradicionales pues la llegada del contingente de palomas europeas está al
caer.
Saludos para todos.
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