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domingo, 27 de diciembre de 2020

UN PAR DE PEPAS

Con este par de ciervas cobradas por Andrés, mi compañero de montería en el puesto siguiente al mío, cerramos la caza de este fin de semana Navideño, a veces la suerte se hace dura y tarda en sonreírte, es lo que a mí me está pasando en las tres últimas monterías a las que he acudido, donde a los puestos aledaños les entran bichos y a mí se me niegan, cosas de la caza. La perdiguera que siempre me acompaña, es la que está saliendo más beneficiada, tomando buenas experiencias y cada día más picada en la caza mayor, seguro que será buena rastreadora dentro de nada, cualidades naturales no le faltan.

Saludos y buena caza compañeros.





miércoles, 16 de diciembre de 2020

EL ZORRO

El zorro ha compartido con el lobo la atención de nuestras gentes populares, pero con una diferencia bien notable: la popularidad del lobo se sitúa entre el drama y la tragedia; la del zorro entre la picaresca y la anécdota; el uno inspira terror y odio; el otro esa especialísima curiosidad entremezclada con un fondo de benevolencia que tenemos, a veces, la debilidad de sentir hacia el pícaro ingenioso que no puede hacernos un gran daño. 
En toda la demografía española, como en el resto de Europa existen muchas fabulas cuyos protagonistas son el lobo y la raposa. El lobo hace el papel de feroz y sanguinario, pero torpe; el zorro, la de ingenioso, sabiondo y locuaz, que aconseja al lobo y se aprovecha de su fuerza.
El nombre de Raposa, en femenino, viene de rapaz, del latín rapax-acis. En el idioma español las malas artes de la raposa dejaron su huella en las palabras: raposería (astucia maligna), raposear (realizar las mismas), zorro (disimulado, engañador), azorrarse (no dar la cara o no querer responsabilizarse), zorra (prostituta) y otras varias.
La raposa o vulpeja ¡grandísima zorra ella! No es tan errante como el lobo, hace su madriguera en cuevas naturales o utiliza las de otras alimañas, como el tejón, y vagabundea por montes y alrededores de las aldeas próximas a su encame para cometer toda clase de fechorías.  
Aunque naturalmente carnívora, no desdeña, a veces, comer frutos y miel:

         Una zorra muy ratera
         topó con un colmenar,
         y ansiosa empezó a exclamar:
        ¡Ay panal, quien te cogiera!
              Fabulas Ascéticas; de Fernández Cayetano, Sevilla 1864


También la raposa saquea nidos devorando huevos y polluelos. En los corrales llega a hacer verdaderos estragos, como el lobo y otras alimañas, mata mucho más de lo que necesita para su alimentación.
Como casi todos los animales selváticos, es de hábitos nocturnos y en los crepúsculos no es difícil verla cruzar campos y caminos, su voz es entre ladrido y aullido, se le llama “ladra”, “guarreo” o “tauteo”, entre otros. 
La raposa es una extraordinaria cazadora, con un oído y un olfato desarrolladísimo, tan aptos para la caza a la carrera como para el acecho, al rastro o al salto y si la ocasión se presenta, sabe excavar la tierra para poner al descubierto una madriguera de conejos o de otro alimento subterráneo. El adjetivo de “astuta” que tantas veces se le aplicó, la encaja perfectamente, fingiéndose muerta para huir o capturar una presa, entre las mejores de sus argucias. 
La caza del zorro es variada divertida y útil para el cazador y el vecindario.

          "Mucho sabe la raposa, 
           ya indaga más el que la acosa"

Sí, el zorro es, sin duda, una alimaña perjudicial y maligna, aunque algunos de los pintorescos pseudo-ecólogos a la moda salgan en su defensa diciendo que……. "come ratones en el campo".
Un poeta asturiano hace así la rebuscada apología del raposo con gran pompa retórica:

                               
     Nadie como él en lo burlón y artero,

      ágil y audaz como la misma audacia,

      bello como un satán, lleno de gracia,

      cobarde, libre, y en cadenas fiero.


      Cínicos ojos con fulgor de acero;

      aire de una perversa aristocracia;

      bella la cola, elegante y lacia,

      como el blanco penacho en el guerrero.


      Salta sobre la presa con sigilo,

      y ante los ojos del pastor tranquilo,

      se va alejando por la cuesta, sola….

      Y cual hidalgo de una antigua corte,

      la oreja lista y altanero el porte,

      traza una reverencia con la cola.

        Alfonso Camín: De las Asturias simbólicas…… pág.  85.

        TRATADO DE MONTERÍA Y CAZA MENUDA











sábado, 12 de diciembre de 2020

RASTRO DE SANGRE

Aprovechando que el pasado domingo estuvimos de montería, practicamos el rastro de sangre con Atenea, un par de pepas abatidas por cazadores de nuestra armada, fueron los animales sobre los que se trabajo.

Resulta de vital importancia que el perro se acostumbre a la búsqueda de reses heridas, por lo que es principal practicar este trabajo con él a la menor oportunidad, se siente un gran placer cuando tienes un compañero que sabe solucionar la perdida de una res que se fue a morir a cierta distancia después de ser herida, y ni que decir tiene, la alegría que siente el tirador cuando recupera un animal que ostenta un gran trofeo gracias al trabajo de un buen perro de rastro.  

Lo mas principal que debe aprender un perro elegido para este trabajo es: 1º-Mantenerse echado y tranquilo en el puesto, 2º- Respetar el tiro, 3º- Tolerar a su vista y sin inmutarse el paso cercano de las reses que no deben ser disparadas, y 4º- Seguir el rastro de sangre con la suficiente lentitud y concentración para no equivocarse.

Saludos y buena caza amigos.














domingo, 8 de noviembre de 2020

CONEJOS Y PERDIGUERO

Otro domingo más y el cupo de dos conejos conseguido, lo mejor, el trabajo que ha realizado la perra durante toda la mañana localizando y latiendo la huida de los conejos agazapados sin encame, cómo les gusta jugar con los perros, agachan las orejas y se escurren como culebras entre los tomillos dejando al perro fuera de juego. Aquí el cazador ha de ser hábil y estar bien situado para poder abatirlo, porque cuando parece que la huida  va cuesta abajo y el perro lo persigue, cambia de pronto y corre hacia arriba en la ladera, dejando al perro despistado con el rastro caliente en lo que él se escabulle sigiloso, son unos estrategas excepcionales.









domingo, 1 de noviembre de 2020

FIN DE SEMANA CON ATENEA Y JULY

De nuevo el pasado sábado subimos Atenea y yo a lo más alto del monte para comprobar si las torcaces habían iniciado ya su tradicional paso por los puestos de costumbre, no tenía ninguna referencia desde el fin de semana anterior en el que no vimos ni una.

La mañana era despejada y desde primera hora las palomas empezaron a pasar de manera intermitente en pequeños bandos, no pude realizar muchos disparos pues iban como solemos decir por aquí, hablando con San Pedro, por fin me entra una pareja de ellas a tiro y descuelgo una de un buen disparo con la paralela del 16, algo más tarde me entra otra sola a huevo, pero la fallo estrepitosamente, y es que a esas que te entran que parece que vienen muertas antes de tirarlas, son precisamente las que se fallan por exceso de confianza.

Espero en este mes de Noviembre poder acudir a la cita con ellas los fines de semana, pues el paso se suele reducir considerablemente a medida que avanza el otoño.





Hoy de nuevo con July a los conejos de los llanos, teníamos un cupo de dos y a las 11:30 ya lo habíamos conseguido. La perra prosigue con su aprendizaje, aunque aún le queda, por otro lado es normal, es su segunda temporada y necesita experiencia de caza, pero todo llegara, lo principal es que tiene mucha voluntad para cazar, posee buenos vientos y cobra todo lo que se le mata.

Esta declaración de intenciones, habrá que irla puliendo poco a poco, lo que sí es notorio en ella, es su sensibilidad para parar, al más mínimo indicio de emanaciones se bloquea, esta mañana ha topado con el sitio donde han dormido las perdices esta noche pasada y claro ha hecho una muestra a las plumas y los excrementos de ellas algo brutal, casi me da un infarto, se ha quedado petrificada, un perro con experiencia, esto lo hubiera sobreseído sin darle mucha importancia, aunque pudiera haber hecho una muestra breve, pero ella, se ha quedado hipnotizada casi un minuto.

Los conejos también los detecta con bastante facilidad, a pesar de la cobertura vegetal alta y espesa que dificulta bastante esa labor, la perra los pone bien, sobre todo porque los conejos encamados en los pasto muy espesos y altos se suelen quedar inmóviles aunque el perro les pase cerca y al no moverse no airean su olor, siendo esta una gran dificultad para la localización del perro.  

La experiencia es la madre de la ciencia, sin la primera, la segunda no se puede completar con el éxito requerido.

Bueno compañeros, hasta el próximo fin de semana, saludos para todos.










 

 


domingo, 25 de octubre de 2020

DOBLETE DE PERDICES

Día lluvioso el de hoy, aunque no muy desapacible, la lluvia ha caído fina y a intervalos sin viento ni frio, pero al final me ha mojado y aunque no ha sido mucho, si lo suficiente para sentir la humedad en algunas zonas del cuerpo.

A pesar de todo y en cuanto a la caza se refiere, no se ha dado mal, he visto tres o cuatro conejos pudiendo disparar solo a uno, aunque sin éxito, las perdices, esquivas como siempre, las he podido ver varias veces pero siempre fuera de tiro. En cierto momento y con el agua arreciando, pensé que era mejor dar por finalizado el día y volver a casa, ¡cosas de la caza!!! estas aguantando con el agua haciendo de tripas corazón y cuando te das la vuelta para irte te salta la oportunidad de la manera más tonta.

Venía con Atenea a unos ciento cincuenta metros por dentro de la raya del monte, cuando ¡para mi sorpresa!!! veo a la bandada de perdices en mi flanco izquierdo y a mi par, por toda la pradera en dirección a un grupo de encinas que haciendo pico se adentraban en la llanura, me adelanto corriendo para anticiparme a ellas y al llegar a las encinas veo a la perra que acelera el paso venteándolas por la derecha, con tan buena suerte que se levantan de frente a mí, Pumm cae la primera y Atenea acude al cobro, Pumm cae la segunda, pero al tocar tierra emprende la carrera herida de ala, voló hacia el llano y he tenido que tirarla bastante lejos, corro tras ella llamando a la perra que venía con la primera perdiz en la boca sin darme tiempo a cogérsela, me adelanta en la carrera al ver la segunda  huyendo por todo el pelado, llega hasta ella y soltando la primera la atrapa, con lo cual me encuentro con las dos perdices cobradas en el mismo sitio, aunque cada una volara en direcciones opuestas.

Esta y otras cosas inverosímiles tiene la caza, son las que unidas a nuestra pasión y contadas con tanto entusiasmo a otras personas les puedan parecen increíbles, pero vive Dios que son ciertas.

Saludos y buena caza amigos.   










                             

domingo, 18 de octubre de 2020

 

SEGUNDO DIA DE CAZA  2020/2021

Este segundo día de caza a la menor a resultado bastante efímero, nada más entrar en el cazadero la perra se tocó de las emanaciones de las perdices, se levantó la primera sin permitir la muestra de July que ya la llevaba casi en la punta del hocico, no pude dispararla ya que me cogió cargando el arma, al instante la perra seguía muy excitada, pensé que podía ser por las emanaciones de la que había salido anteriormente, pero cuál fue mi sorpresa al levantarse la segunda y de nuevo no volviendo a permitir la definitiva parada de la perra, esta ya no me pilla desprevenido y la endoso un disparo bien colocado que termina con sus huesos entre los poblados tomillos de la zona mas baja de la vaguada, la perra me la cobra mostrado su alegría con efusivos movimientos del rabo.

Continuo la mano con July laceando por delante con su clásico galope amplio y sostenido, me pone el corazón a mil revoluciones esta perra, cada vez que la veo interrumpir de pronto la carrera, con esos frenazos repentinos al captar las emanaciones, sus paradas secas, seguidas de la indagación por alto de su nariz hasta asegurarse de la presencia o no de la caza, son todo un deleite para mi.

Prosigo el itinerario que tenía previsto para hoy  y al llegar a una cabecera del terreno me descuelgo hacia abajo para llevar  la mano cara al aire en la zona de solana, la perra lacea en la ladera de arriba abajo y viceversa, cuando en una de las subidas se queda de muestra apuntando al tronco de una retama, acudo al rabo de la perra y al notar mi presencia salta el conejo de su encame, lo que no le va a servir de éxito en su huida ya que un certero disparo lo persigue veloz para frenar bruscamente su carrera, justo delante de la perra.

Las poblaciones de caza de este año y en este coto, no nos permiten excedernos mucho en las capturas, desconozco el porqué, pero parce que el conejo ha visto mermada su población considerablemente con respecto a la temporada anterior, en cuanto a la perdiz, podría decirse que es más o menos la misma que otros años, lo que tampoco es para tirar cohetes, luego entonces habrá que procurar cazar con mucho tiento y sin abusar, para no destruir totalmente las actuales poblaciones que nos han de servir de madre en el futuro.

Sobre las once treinta, abandono el cazadero para regresar a casa, el cupo está hecho y la perra ha mordido caza dando así desahogo a su instinto predador, ya en el coche le pongo un poco de agua para que se refresque y al cajón, el próximo domingo ya está en el horizonte de nuestra mente como meta de nuevas aventuras, aunque quizá el sábado probemos suerte en la postura de las torcaces, ya hay que estar muy atentos a los pasos tradicionales pues la llegada del contingente de palomas europeas está al caer.

Saludos para todos.