Arroyo de la Portiña, es el paraje
donde estuve el pasado sábado, como veréis en las diversas fotos, se trata de
una zona residencial por excelencia que tienen las alimañas en nuestro coto. RITKA
(Vizsla Húngaro) fue mi acompañante en esta ocasión, solo tiene ocho meses pero
ya demuestra excelentes cualidades en el agua, los rastros son otra de sus
debilidades en los que evidencia una gran concentración y afición natural para
seguirlos, ahora solo está tomando referencias de sus primeras experiencias en
campo, más adelante se le instruirá en el rastro artificial para que comprenda
los secretos que ocultan los de la caza real, ha esta edad solo se le exige que se familiarice
con el entorno antes de someterle a un adiestramiento especifico más duro. Para
conocer mejor a nuestro futuro compañero de caza y poder trabajar potenciando
de manera positiva los posibles defectos con respecto a las virtudes se hace imprescindible
un estudio previo de sus sensibilidades corporales y emocionales, conocer en qué
aspectos del futuro trabajo sobresale y en cuales es algo más limitado y lo más
importante, como le afecta el medio ambiente, en nuestro país principalmente el
calor. Este conocimiento que todo propietario debería poseer antes de ponerse a
trabajar en profundidad con su perro, se adquiere mediante la observación de
sus aptitudes en campo, resultan de vital importancia estas salidas con un
perro joven para poder entenderse con él más adelante, la convivencia estrecha (hombre-perro) compartiendo
experiencias en el medio natural, servirá para que el perro comprenda poco a
poco lo que se le pide que haga y finalmente se le quede grabado en el disco
duro, pasando a formar parte de un habito placentero para él, participando con alegría y efectividad de todo
lo que se le enseñe.
Saludos y buena caza.
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