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jueves, 4 de abril de 2024

REPRODUCCION Y CRIA


La utilidad que el perro le brinda al hombre solo puede medirse de dos formas: material y afectiva, sin olvidarnos de la multitud de aptitudes funcionales que atesora en las que nos es un servicial compañero.

Por medio de la Zootecnia (arte de la cría, multiplicación y mejora de los animales domésticos), el humano ha conseguido la creación de múltiples razas caninas, gobernar sus instintos y aprovechar las grades facultades que este animal nos ofrece en multitud de empleos a lo largo de su vida, es algo que nos colma placenteramente y nos reconforta, sobre la reproducción y cría  versará este relato que hoy empiezo a escribir, todo visto desde mi modesta opinión y dirigido a todos a aquellos, que como yo, sienten una gran pasión por los perros de caza.

Una de mis principales preocupaciones como criador, siempre fue mantener viva una descendencia dentro de la población de animales que habitando en un lugar determinado, (que es el mío propio), también se ajustará a mi propia línea de sangre, cuestión esta que me lleva ocupando las últimas tres décadas de mi vida, siempre desde la seriedad y la responsabilidad que implican realizar este trabajo con la mayor eficiencia posible.

Criar con nuestros propios perros, básicamente no tiene otro objetivo que la mejora de los ejemplares que poseemos, convirtiéndolos en una línea de sangre específica y particular poseedora de una estirpe selecta, el producto resultante será un ser vivo que necesitará un lugar limpio donde podamos mantenerlo sano y bien alimentado, con el suficiente espacio donde puedan moverse sin estrecheces según vayan creciendo, la higiene y la alimentación adecuadas influyen favorablemente.

EL SEMENTAL

El primer paso será la elección de un semental adulto y bien contrastado, de buen carácter, que posea buenas cualidades anatómicas, sin defectos morfológicos o psicológicos graves y de gran aptitud para el trabajo (pasión por la caza), si es posible de algún cazador que nos pueda garantizar la obtención de una buena camada y si además podemos conseguir información de su ascendencia a través de la genealogía de sus antepasados “miel sobre hojuelas”, las mejores crías las dan los reproductores que se encuentran entre los dos y los siete años, etapa en la que poseen mayor vigor para la transmisión genética.


LA HEMBRA

Ni que decir tiene, que si hemos puesto todo nuestro empeño en encontrar un buen semental para nuestra hembra, esta debe reunir también una serie de características muy similares, si es un animal con la que ya hemos reproducido en más ocasiones por su alto grado de confianza a la hora de traer al mundo buenos ejemplares y conocemos como evoluciona en sus celos y partos, llevaremos mucho ganado, si es primeriza deberemos estar atentos a sus evoluciones, principalmente a la hora de afrontar la venida al mundo de los cachorros.

La hembra, se denomina adulta cuando aparece el primer celo, pero si la vamos a destinar para procrear convendría hacerlo a partir del tercero, si no lo hacemos así y con anterioridad le ponemos un macho, se detendrá su desarrollo  en beneficio de la gestación; por otro lado deberá estar bien vacunada y desparasitada, un buen método preventivo será ponerla una heptavalente al comenzar el año, así siempre estará preparada y no nos cojera de improviso la aparición del celo con la falta de antígenos en sangre, que más tarde y durante la gestación se deberán transmitir a los fetos.


EL CELO

La aparición del celo en la hembra está sujeto a factores múltiples y variables, es lo que se conoce vulgarmente como entrar en calores y lo suele presentar de manera estacional dos veces al año, las primeras manifestaciones se suelen identificar con un comportamiento inquieto, orinando en pequeñas dosis con bastante frecuencia, al mismo tiempo comienza la tumefacción (hinchazón de la vulva) y la secreción de las primeras gotas de sangre, a este periodo se le conoce como (Proestro) y suele durar entre ocho y diez días (variable).

Al final de este periodo, la vulva que hasta ese momento había progresado en una secreción sanguinolenta de color amarillento, se suele detener para dar paso a una tumefacción mucho más acentuada con la que da comienzo el (Estro), celo fértil propiamente dicho o periodo de ovulación, cuya duración se establece también de ocho a diez días (variable), la ovulación puede durar setenta y dos horas y el momento más propicio para la fecundación parce establecerse tres días después de la ovulación.  

Por lo tanto y para estar más seguros, sobre todo si nos tenemos que desplazar a larga distancia para realizar la monta, le podemos hacer un análisis de progesterona en sangre, (Hormona proporcionada por el ovario y la placenta que prepara al útero para la gestación), que nos ofrezca una información clara y fehaciente sobre el estado de ovulación.

La hembra, también nos indica con su comportamiento si está o no receptiva, si le pasamos la mano por la grupa retirara la cola y elevara la vulva, esta señal es inequívoca de fertilidad.

Al final del celo, se le denomina (Metaestro), dando comienzo cuando la perra rechaza el coito y vuelve de nuevo a su comportamiento normal, su duración aproximada también suele ser de ocho a diez días (Variable).

Al periodo de inactividad que se produce desde el final de la gestación y la aparición de un nuevo celo, se le denomina descanso ovárico o (Anoestro), su duración es de seis meses (Variable).


LA MONTA

Por regla general, la hembra siempre se debe trasladar al domicilio del macho donde este se encuentra más dominante y seguro, sobre todo si no atesora aun la suficiente experiencia en la realización de la cópula, si la hembra está bien receptiva, no dará importancia a encontrarse fuera de su terreno y comenzará a juguetear con el macho retirando su cola y ofreciéndole la grupa, tras estos jugueteos entre ambos se producirá el coito, quedando los dos unidos mediante el engrosamiento del bulbo del glande que se produce después de la penetración, más conocido como “hacer el nudo”, esta unión se puede alargar entre quince y treinta minutos, que es el tiempo necesario para que se complete la eyaculación ya que en los cánidos es de duración prolongada.

Cuando una hembra se siente anudada por primera vez y comienza a tirar fuerte asustada buscando la desunión con el macho, conviene estar atentos y sujetarla para que no pueda crear lesiones al pene del macho.

Una vez realizada la primera monta y como método preventivo, será conveniente realizar dos más, como mínimo, con cuarenta y ocho horas de diferencia entre ellas ya que los espermatozoides del macho pueden permanecer vivos en el útero de la hembra varios días, así tendremos más seguridad de que la hembra no pueda quedar vacía. Por lo general el celo cesa cuando la perra es fecundada, aun así, hay que someterla a un control exhaustivo hasta que estemos seguros de que el celo ha terminado, ya que podría tener cachorros de varios padres.


LA GESTACION

La gestación o preñez suele durar dos meses, con variables entre cincuenta y ocho y sesenta y cinco días, si los fetos nacieran antes de los cincuenta y seis días, no serían viables y morirían, si por el contrario el embarazo alcanzara los sesenta y tres días y no encontráramos síntomas de parto, debemos empezar a plantearnos ciertas precauciones.

Durante la gestación, la hembra se vuelve más tranquila, según aumenta la preñez va tornándose más perezosa, acostándose con más frecuencia, a las cinco semanas ya se le nota el aumento del volumen del vientre, las mamas se desarrollan, se establece la secreción láctea y se puede hacer un control de gestación mediante la palpación externa del abdomen.

A partir del mes de embarazo, le conviene hacer ejercicio de manera suave, sin ajetreos violentos que la puedan hacer abortar, tan perjudicial puede ser el ejercicio violento como el absoluto reposo, en la última quincena solo debe andar a paso lento, se evitaran golpes fortuitos y mojaduras, la alimentación será muy nutritiva, rica en proteína, calcio, fosforo y vitaminas, buena cama y una perfecta higiene serán los condicionantes necesarios que facilitaran la llegada de los cachorros.

La paridera, se situará en un lugar conocido, de plena confianza para la perra, si se la hemos construido nosotros debemos tener en cuenta una serie de condiciones a respetar, una metódica limpieza y desinfección de la misma días antes del parto nos vendrá de lujo, conviene también que esté construida con un escalón lateral interno que preserve a los cachorros de posibles aplastamientos de la madre al echarse, su construcción también debe permitir la instalación de una lámpara de infrarrojos que pueda crear la temperatura ambiente ideal para los neonatos, esto último es muy importante ya que el mayor porcentaje de muertes entre los recién nacidos se produce por hipotermia.


EL PARTO

Previo al parto, la perra deja de comer, se vuelve inquieta, pero pesada en sus movimientos, las mamas adquieren gran volumen, se agita y respira de manera acelerada mientras  prepara la cama, el lugar del parto debe ser familiar para la perra, tranquilo, limpio y con suficiente calor.

Con la rotura de las bolsas de agua que aparecen antes del primer feto podemos asegurar que nuestra perra esta de parto, a continuación dará comienzo un periodo de dilatación seguido de acentuadas contracciones uterinas por medio de las cuales verá la luz nuestro primer cachorro, si el parto se desarrolla con naturalidad y sin problemas, lo más normal es que dejemos sola y tranquila a la perra, pero sin perderla de vista, por si surgiera algún contratiempo, sobre todo si es primeriza.

Una vez expulsado el primer cachorro, podremos facilitar el desarrollo del parto estimulando las contracciones uterinas con una primera dosis de oxitocina, esta dosis deberá estar en consonancia con el peso de la perra y deberá ser recomendada por nuestro veterinario, terminado el parto y pasadas las siguientes veinticuatro horas, podremos pincharla una nueva dosis, en este caso lo que se busca es una mayor secreción láctea  y ayudar a la perra a que expulse todos los residuos, que posparto, le puedan haber quedado retenidos en el útero.

La oxitocina es una hormona producida por la hipófisis, que estimula la contracción uterina y la secreción de leche en la glándula mamaria, (Medicamento utilizado para la inducción del parto).


LA CRIA O CRIANZA

La cría, es un periodo que da comienzo con el nacimiento de los cachorros, alargándose esta hasta el momento del destete. Para el pequeño que nace indefenso con los ojos pegados a los parpados por una tenue membrana que se rompe entre los tres u ocho días, comienza una lucha por la supervivencia que como todo en la naturaleza, que es siempre sabia, hace que la perra deje de lado al cachorro más débil, practicándose así una primera selección natural.

Terminado el parto y ya estabilizada nuestra nueva madre y su prole, procuraremos que la temperatura de la estancia sea lo más estable posible, una de las principales consecuencias de muerte en los primeros días de vida de los neonatos se origina por hipotermia, la temperatura media más idónea para la estancia de nuestros cachorros sería de 21º, si el parto es en época de cambios bruscos de temperatura y nuestra camada se encuentra expuesta a los rigores de la temperatura ambiente, una buena lámpara de infrarrojos, nos será muy servicial, sobre todo por la noche.

Otra preocupación bastante importante para el criador es, ¿Cuántos cachorros puede criar mi perra??? Si observamos este problema con serenidad y cierta dosis de sensatez lo resolveremos  con eficiencia, por ejemplo, si solo son seis o siete, la perra será suficiente para sacarlos adelante, pero si el número es mayor, debemos plantearnos cedérselos a una nodriza, más de siete cachorros empieza a ser un numero preocupante que debilitará potencialmente a la madre, sobre todo si su edad es de ocho años o más, las hembras viejas, con cuatro o cinco cachorros por camada, ya van bien servidas. Como norma general, un cachorro por cada 6 kilos del peso total de la madre en las razas Eumétricas cuyo peso oscila entre los 15 y 30 kg, sería lo más aconsejable.

EL DESTETE

La edad más apropiada para comenzar el destete sería a las cuatro semanas, pero como cada maestrillo tiene su librillo, yo particularmente analizo mucho la capacidad de cada hembra para sacar los cachorros adelante de manera natural a través de sus propias fuerzas, apoyado siempre en una buena alimentación y estado de bienestar, tengo en cuenta principalmente la cantidad de cachorros que conforman la camada, si es suficiente o no el aporte lácteo que es capaz de producir, estado anímico corporal y físico, etc, para tomar esta decisión tan importante, y siempre para salvaguardar la salud de la madre, podré adelantar o retrasar la incorporación de comida sólida en detrimento de la líquida en los cachorros según la necesidad del momento, pero nunca antes de las cuatro semanas.  

A partir de esta edad, se les irá alternando progresivamente la comida sólida de menos a más con la leche materna, las tomas de leche irán disminuyendo en número y frecuencia a su vez hasta la séptima semana, generalmente para entonces el proceso estará totalmente invertido y se les podrá retirar la madre, concluyendo así el periodo de destete.

VACUNACION Y DESPARASITACION

Generalmente esta es una tarea de obligado cumplimiento si deseamos que la alimentación surta los efectos requeridos al cien por cien, en caso contrario veremos  a nuestros cachorros apoderados de parásitos intestinales.

Al mes de vida, incluso unos días antes de cumplirlo, les podemos administrar ya la primera dosis de un vermífugo en forma de pasta que actúe contra los parásitos intestinales, Tenia y Echinococcus y a las seis semanas se le puede inocular la primera vacuna contra la Parvovirosis. 

El consejo veterinario se hace imprescindible para formalizar un tratamiento específico en tiempo y forma que nos procure la salud y el bienestar durante el crecimiento de nuestros cachorros en ambos frentes.

LA RECRIA

La recría, periodo comprendido entre el destete y la edad adulta, es al igual que la cría una etapa muy interesante, en la que lo fundamental es dar un rápido crecimiento a nuestro cachorro.

La alimentación en la recría ha de ser rica y sana, a base de un pienso de cachorros muy nutritivo, una ración equilibrada, abundante ejercicio y una buena socialización, deben ser las premisas más importantes para esta época de la vida del animal.

PUBERTAD

Es el estado fisiológico en que los animales adquieren la madurez sexual, en el perro aparece entre los seis y once meses.

Durante esta época debemos armarnos de mucha paciencia, ya que el perro puede ofrecernos comportamientos muy variados, provocados por la adolescencia.

También es un momento clave para su salud, la dentadura ya completamente cambiada se ha desprendido de sus dientes de leche, las articulaciones y el crecimiento óseo están en pleno desarrollo y su cerebro, aún muy infantil, no le deja parar ni un momento convirtiéndose a veces en un trasto, inquieto y juguetón, solo la madurez le proporcionará la estabilidad emocional y la calma de adulto.


Saludos y buena caza compañeros.

Conceptos de interés:

POBLACION: Conjunto de animales que habitan un lugar.

LINEA: Grupo de una raza que se presenta uniforme respecto algún carácter.

FAMILIA: Debe restringirse su uso para los progenitores y sus descendientes inmediatos.

CASTA: Se llama así a la ascendencia o descendencia de cualquier familia.

RAZA: Conjunto de individuos de la misma especie que son parecidos en su plástica, faneróptica, energética y funcionalidad.

ESTIRPE: Descendencia de un ejemplar. Puede ser materna o paterna.

INDIVIDUO: Se define por un conjunto de caracteres morfológicos, fisiológicos, patológicos, psíquicos y constitucionales.

EUMETRIA: Relativa a los ejemplares de peso medio. Relación mas conveniente de la superficie corporal y de la masa.

RAZA = ESTIRPE = INDIVIDUO son, fueron y serán, tres pilares del adelanto canino.


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