Otro día de perdices para el recuerdo, como las para Atenea, con que sabiduría, con que nariz y con qué maestría,
firme en todas las muestras como una roca esperando a que me colocara en el
sitio más propicio para resolver el lance, no necesito ni hablarla, la veteranía
que atesora es de absoluta confianza, cuanto más cazo con ella más me enamora y
lo mejor de todo es que está sirviendo de ejemplo a la cachorra, que ya empieza
a mostrar a patrón en algunas ocasiones cuanto la ve a ella de hacerlo.
Ha cobrado dos perdices heridas de esas que se van a peón en
cuanto tocan el suelo, de verdadera antología, en una de ellas la he tenido que
seguir más de doscientos metros hasta que la ha encontrado y mostrado entre la
cobertura vegetal que se arremolinaba alrededor
de la peana de una encina cortada, cuando tienes un perro así, que es capaz de
hacer estas cosas, se te olvidan todos los sin sabores que puedan haber
acontecido con anterioridad y que pueden haberte hecho dudar de la valía de tu
perro, todo es cuestión de paciencia y perseverancia.
En cuanto a la cachorra, que solo tiene siete meses, necesita
picarse algo más en la caza en cuanto a la búsqueda, pero advierto en ella una
finura de nariz muy alentadora, veremos en el futuro su evolución, Atenea ya
tiene ocho años y el relevo se hace inminente.
Felices fiestas para todos vosotros.
Saludos y buena caza.
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