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sábado, 26 de diciembre de 2015

Hoy estaba invitado a cazar perdices en Anchuras de Los Montes, un coto de la zona sur-oriental de los Montes de Toledo perteneciente a la provincia de Ciudad Real, la finca en cuestión está destinada a caza mayor principalmente y la mayoría de su terreno es bastante abrupto y poblado de jaras.
En este terreno se crían unas perdices muy bravas, las cuales hoy cazamos en mano aprovechando que ya se han terminado las batidas sobre la caza mayor esta temporada, ni que decir tiene la dificultad de los lances y los cobros en este enmontado terreno, se levantan lejos, no resulta fácil tumbarlas y cuando cae alguna el cobro se convierte en una asignatura que pone a prueba a un alto nivel la nariz de los perros.
Cazar estas perdices en este terreno supone un esfuerzo físico muy exigente, un esfuerzo no comparable a otros tipos de caza que se puedan practicar sobre perdiz, las perdices de estos montes son las últimas portadoras de una genética cuyas cualidades de pureza de raza y bravura ya casi no quedan, estos son los reductos donde se esconden las ultimas supervivientes de nuestras antiguas patirrojas Ibéricas, esas que forjaron y templaron las muestras de nuestros perros, esas que desgraciadamente están a punto de desaparecer por la incompetencia del hombre.
Después del esfuerzo, reponemos fuerzas con una excelente paella junto a un frondoso alcornoque ¡Que rica estaba!!!!!!!!









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