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lunes, 5 de noviembre de 2018

DE MONTERÍA EN PIEDRAESCRITA

El pasado sábado día 3 estuvimos de montería en Piedraescrita (Montes de Toledo), además de un día estupendo climatológicamente hablando, pudimos disfrutar de unos paisajes naturales excepcionales desde una ladera de solana que dominaba  la mancha en toda su extensión, con la suelta de los perros a la izquierda, el cierre a la derecha y el sopié de frente al fondo. 

En cuanto a los lances de caza durante la batida de la mancha, las ladras y los tiros se sucedían haciendo presagiar una buena renta de reses al final de la tarde, como así fue, con más de 40 bichos cobrados entre cochinos y venados en la junta final.

A nuestro puesto cumplieron dos reses, un cochino macho de mediano porte, con poca boca, pero si la suficiente como para hacer una tabla para el recuerdo y una Pepa adulta ya que estaba permitido dispararlas,  ambas fueron abatidas de certeros disparos como mandan los cánones de la montería.

Para esta ocasión me lleve a Dita, una braca alemana que es toda pasión en la caza, no haciéndole ascos a ningún tipo de pieza, su versatilidad  es  extraordinaria adaptándose a cualquier tipo de caza y terreno, como así sucedió, teniendo que seguir más tarde la localización de alguna res herida por su rastro de sangre.

Piedraescrita es una pequeña pedanía de origen oscuro y remoto. Se encuentra en el término municipal  de Robledo del Mazo, en la provincia de Toledo (Castilla la Mancha). Su iglesia tiene los frescos románicos más meridionales de la Península Ibérica. Además de estos frescos, la iglesia es importante por la valiosa azulejería talaverana del siglo XVI que la decora.

Su origen está envuelto en una leyenda. Data de la Edad Media, concretamente del siglo XII. Es el asentamiento más antiguo de la zona y tiene referencias medievales de los caballeros Templarios.

Está situado en la comarca de La Jara, en un puerto nombrado como Santa María de Piedraescrita, en la divisoria de aguas del Tajo y Guadiana desde donde se divisan los valles circundantes.

La Iglesia de Nuestra Sra. de Piedraescrita tiene forma rectangular y está hecha a base de de lajas de pizarra, revocada por su exterior. El pórtico de entrada, también rectangular se encuentra cerrado por ambos costados, con un arco de medio punto en su frente, sobre el que se aprecian algunos azulejos que debieron formar un adorno mayor. Desde el pórtico cuatro escalones descendentes llevan al solado interior, hundido un metro bajo el nivel del terreno exterior por este lado, y a 1,70 m más bajo por el lado opuesto. Se encuentran representaciones de escenas  del Nuevo Testamento, como San Cristóbal con el Niño, guerreros con arcabuces muy parecidos al tan famoso pórtico de la Basilica del Prado, en Talavera de la Reina.
http://www.turismocastillalamancha.es/patrimonio/iglesia-de-santa-maria-de-piedraescrita-100664/descripcion/

Saludos y buena caza.















jueves, 29 de marzo de 2018

EL CIERVO


El ciervo es la bestia más bella de los bosques. La criatura nemorosa por excelencia y la pieza venatoria por antonomasia más codiciada por los buenos cazadores. Su estampa, figura ya en las solemnes paredes de las cuevas prehistóricas, donde las escenas representan a los ágiles ciervos acosados, dirigidos hacia las armadas de arcos que les acechan en un pasaje milenario y eterno de la caza.
La afición a la caza de los cérvidos era en Roma tan intensa, que no bastando la cría natural de los montes itálicos, se establecieron parques artificiales para repoblar las selvas exhaustas, según nos cuenta Varron. Por lo visto en la Roma de la decadencia las cosas andaban poco más o menos como por la Europa de nuestro tiempo.
En la edad media -gran cazadora-, el ciervo se convirtió en protagonista de la leyenda de San Huberto y San Eustaquio, patronos de los venadores católicos y de otras mil leyendas más y símbolo de la más importante actividad cinegética, puesto que los canes eran el principal ingrediente de estas monterías de “fuerza” o clamorosas, como se decía entonces.
La literatura culta y la popular tomaron al ciervo para símbolos, relatos, romances, metáforas, leyendas y frases tópicas, etc. Ahí está el “Sicut cervus ad fontes” bíblico. En los apólogos y fabulas el lobo encarnaba la perversidad carnicera; el raposo, la astucia maliciosa; el jabalí, la valentía ciega y el ciervo, la belleza, la agilidad, la inocencia, la pureza y hasta la agridulzura del amor inquieto.
Un escritor y poeta, D. José Navarrete, que sin ser montero asistió como invitado a varias monterías allá por los años de mil ochocientos setenta, describió la muerte del ciervo en este bello poema endecasílabo, muy en la retórica de la época:

EN SU ESCONDIDA CAMA DE LENTISCO
LO DESPIERTAN LAS TROMPAS DEL OJEO,
SALTA Y VELOZ, TRONCHANDO LOS JARALES,
LA CUMBRE GANA DEL FRAGOSO CERRO.

EN LA ABIERTA NARIZ, EL AIRE, AVISO
LE DA DEL CAZADOR QUE ACECHA ARTERO;
RAUDO GIRA, Y LANZÁNDOSE AL BARRANCO,
ARBUSTOS Y PEÑASCOS SALVA CIEGO.

MAS ¡AY! QUE ESTÁ CERCADO EL MONTE TODO,
Y AL DESCENDER, VOLANDO CON EL VIENTO,
NADA LE ADVIERTE YA SU INFAUSTO SINO;
AL ARMA VENTAJOSA MUESTRA EL PECHO;
EL PLOMO ARDIENTE SUS ENTRAÑAS ABRE;
LANZA EN TIERRA TRISTISIMO LAMENTO,
Y SUS OJOS PIEDAD CLAMAN AL HOMBRE
QUE HUNDE EL CUCHILLO EN SU INOCENTE SENO.

D. José Navarrete: En los montes de la Mancha. Madrid 1879.
(Tratado de Montería y Caza Menuda)