En tiempos de veda, es cuando tenemos que aprovechar para preparar a nuestros perros para la temporada siguiente, y en esto es en lo que ando ahora, preparando a este Perdiguero de Burgos llamado Junco de Rodrimar para que aprenda a recuperar la caza herida por el rastro.
Es muy importante que el perro joven, en este caso 16 meses, aprenda de manera sistemática que debe hacer cuando esto le pueda ocurrir en un día normal de caza, para lo cual, suelo utilizar piezas de caza que conservo congeladas, para que identifique los olores reales que más tarde se va a encontrar en el campo cuando cace.
Tener un perro que sepa recuperar una liebre plomeada, que va a morir a quinto pino después de haberla herido, o una perdiz de ala, de esas que desaparecen al instante después de verlas como impactan en el suelo dejando un chorrero de plumas, es fundamental para el cazador que no desea dejar caza perdida en el campo.
Resulta de vital importancia, preparar a nuestros perros para que puedan resolver los lances reales que acontecerán más tarde cuando cazamos en el coto.
Saludos para todos y buena caza compañeros.
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