Después de una noche lluviosa, la mañana se ha prestado de
nuevo para la caza y aun que hoy solo me acompañaba Atenea del Endrinal, ha
sido más que suficiente para hacer el cupo. Desde el pasado día 31 de Diciembre
que fuimos a las perdices, la perra ha experimentado un notable interés por la
caza, más aún del que ya poseía y es que no existe otra manera de potenciar la mejora en el rendimiento de un perro cazador, que matándole caza, cuanto más mejor, lo he dicho en múltiples ocasiones y lo repetiré hasta la saciedad, hoy día podemos presumir de tener los mejores perros de caza menor que jamás hayan existido, el problema, es que cada día tenemos menos caza, sobretodo perdiz roja, lo que condiciona negativamente las experiencias de nuestros perros.
El notable interés que podamos tomarnos en llevar nuestro perro al campo, se verá arruinado, si en este, no encuentra la densidad de caza necesaria para adquirir un aprendizaje rico en experiencias que lo formen como futuro compañero de trabajo.
Además recordar que: EL CAZADOR Y SU PERRO, FORMAN UNA UNIDAD, HASTA QUE ESTA NO ESTA BIEN CONSOLIDADA, NO FUNCIONARA NADA.
Saludos y buena caza.
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